La noticia ha saltado a los
medios de comunicación, primero regionales y luego a nivel nacional. Arturo, un
joven médico de familia, ha visto
cómo le retiraban su plaza por tener
una discapacidad física. Este joven
aseguró que en ningún momento ocultó su problema: ni durante el tiempo que
estuvo estudiando la carrera, ni en el MIR, ni en su consulta. Arturo se siente
muy mal, asegura que lo han dejado sin su plaza, sin valorar de ninguna forma
sus capacidades.
Este joven sufre una discapacidad
física que le impide mover con facilidad
su brazo derecho, pero que no le
impide perseguir su sueño de ser médico de familia. Estudió medicina, sacó las oposiciones y ejerció en un
centro de salud de Tacoronte durante cinco meses. Sin embargo, hace poco, y
sin un informe o reconocimiento previo, le dijeron que no estaba capacitado
para ejercer. Este joven ha agotado hasta ahora la vía administrativa, por lo que sólo le queda la judicial para luchar contra esta
injusticia.
Cuando vemos noticias como ésta,
dejamos de creer en el sistema. Una persona que ha sido capaz de estudiar una
carrera tan difícil como la de medicina, el MIR y posteriormente unas oposiciones,
con la dificultad que supone todo esto, está perfectamente capacitado para
ejercer como médico de familia. Esta persona lo que hará en su trabajo es
diagnosticar, estar en contacto directo con los pacientes, una asistencia
primaria, que seguro que puede ejercer sin ningún problema (así lo aseguran
incluso sus compañeros de trabajo durante los cinco meses que ejerció). Si
estuviésemos hablando de un neurocirujano, de alguien que necesita una
precisión absoluta para operar… podríamos decir que tendría dificultades, pero
lo que se plantea es absurdo. Es inadmisible que hoy por hoy, haya
discriminaciones burdas y sin ningún fundamento con aquellas personas que
tienen algún tipo de discapacidad. Se debería aplaudir el esfuerzo que
ha hecho este joven por superarse y alcanzar un nivel profesional tan alto. Sin
embargo, los derechos de aquellas
personas que tienen algún tipo de problema frecuentemente son pisoteados sin
ningún tipo de miramiento.
Noticias como ésta no deberían
existir. Si durante la preparación de este médico, sus profesores y tutores no
advirtieron en él algún problema para que pudiera ejercer (todos sabemos lo
comprometidos que son los médicos en general y su responsabilidad), no hay
ningún político de tres al cuarto que pueda decir lo contrario. Tal vez
deberían mirarse en un espejo y ver todas las taras mentales que tienen ellos y que les impedirían ejercer como
representantes de los ciudadanos. Si alguien sobra serán ellos.
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